True Detective
es una serie de televisión estadounidense estrenada en España en enero de este
año. No escribo esta entrada para recomendar la serie, pues es una serie en la
que tanto su ambientación como su argumento son bastante descarnados,
opresivos, oscuros, etc., por lo que no gustará a todo el mundo. A mí sí me ha
gustado, especialmente por la interpretación de Matthew McConaughey (excepcional), por la
brillantez e inteligencia de sus diálogos, y por un final que me ha parecido perfecto
y esperanzador (en contraposición al tono general de la serie), de gran
belleza. Justamente ese final es que me ha llevado a escribir esta entrada, y
que nadie se preocupe, no desvelaré nada de la trama de la serie.
Al
final de la primera (y por ahora única) temporada el detective al que da vida
Matthew McConaughey reflexiona acerca de la eterna batalla entre el bien y el
mal. Ha estado al borde de la muerte, tendido en la cama de un hospital, y
noche tras noche mira las estrellas. Cuando era joven le gustaba inventarse
historias sobre ellas, y ahora ha entendido que las estrellas cuentan una única
historia, la más vieja: la de la luz contra la oscuridad. Su compañero,
interpretado por Woody Harrelson, mira al cielo nocturno y dice “yo diría que
la oscuridad tiene mucho más territorio”. McConaughey le dice que no lo ha
entendido pues “tiempos atrás solo hubo oscuridad. Si me preguntas, la luz
gana”.
No
sé por qué se me ha quedado grabada en la mente esa escena, ese diálogo, esa
reflexión. Imagino que porque sintetiza es una sola frase, breve y sencilla,
algo que para mí es una verdad profunda, un enigma que narran todos los mitos
cosmogónicos, de una forma u otra. En el mito romano de la creación, por
ejemplo, se cuenta que antes de que existiera el cielo, la tierra y el mar sólo
existía oscuridad, Caos. Ningún Titán
iluminaba el mundo. En el mito escandinavo de la creación se narra que en
el principio sólo existía un espacio
vasto y vacío llamado Ginnuga. Tenía una longitud y anchura inconmensurable y
su profundidad estaba más allá de toca comprensión. Allí por primera vez
amaneció. En china se dice que Los cielos
y la tierra eran solamente uno y todo era caos. El Universo era como un enorme
huevo negro, que llevaba en su interior a P'an-Ku. Tras 18.000 años P’an-Ku se
despertó de un largo sueño. Se sintió sofocado, por lo cual empuñó un hacha
enorme y la empleó para abrir el huevo. La luz, la parte clara, ascendió y
formó los cielos[1].
En
el principio solo había oscuridad y caos, hasta que la luz hizo acto de
presencia y, día a día, le va comiendo terreno a la oscuridad. Creo en esa
historia. Los filósofos antiguos, como Sócrates, llamaban a la oscuridad
“ignorancia”, y la única luz que podía hacerla desaparecer "Sabiduría".
Se habla mucho del entramado de la Realidad, y de que ésta es Una, y múltiples
las miradas sobre ella, tantas como seres humanos. Donde unos ven luz otros ven
oscuridad, donde unos ven dificultades inabordables otros ven retos, donde unos
ven maldad, egoísmo, error, tinieblas, otros ven almas en evolución. Creo que solo
un paulatino despertar de la consciencia, de la profundidad de nuestra
capacidad de ver y comprender, de aprender de los errores, nos puede llevar de
la oscuridad a la luz.
Si
alguna vez me asalta la duda (pues a veces las noticias que nos llegan a través del periódico, televisión, etc., pueden
hacernos dudar sobre la bondad humana), la reflexión final de True Detective es una consigna clara y
rápida: la luz va ganando terreno a la oscuridad. El hombre partió de las
tinieblas de la ignorancia propias de una humanidad niña que todavía no sabe, pero
su destino es conquistar la sabiduría, ampliar la visión hasta que ningún velo
oculte la luz de lo que Es. Estamos destinados a convertirnos en pura luz
aunque a veces, cuando caemos en algún pozo oscuro, podemos creer que ésta no
existe.
buena reflexión, yo también tengo grabada esa escena (y toda esa temporada)...
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