miércoles, 9 de julio de 2014

LA ESTRELLA DE LA VERDADERA AUTOESTIMA



Esta entrada se la dedico a una amiga que recientemente me preguntaba acerca de cómo trabajar la autoestima. Para hablar de autoestima hay que partir de indagar qué entiende uno por autoestima y que entienda la otra persona, porque muchos malos entendidos surgen del hecho de que no estamos hablando de lo mismo, aunque lo estemos etiquetando con el mismo nombre.
Recientemente, en un curso de desarrollo personal y Mindfulness que realicé en la Universidad de Almería, surgió este tema y el profesor nos puso un pequeño video de Eckhart Tolle (11 minutos) en el que se le pregunta por este tema. Antes de seguir hablando de este tema os recomiendo verlo.
La autoestima se suele definir como valoración positiva de uno mismo, la cuestión sería ¿a qué uno mismo me refiero?, ¿a mi ego, cuerpo, habilidades, inteligencia, etc., o a algo más profundo y trascendente, que no se centra tanto en una determinada autoimagen?
Al hilo de la anterior entrada del Blog, no es lo mismo la autoestima derivada de saberse Brahman expresándose a través de una forma, a la autoestima derivada de estar absolutamente identificado con tu forma como si ésta fuese lo único que hay, lo único a lo que uno puede aferrarse. La primera autoestima, la verdadera autoestima, es incondicional, plena, y no deriva de ninguna comparación con “los otros”. La segunda autoestima es relativa, ilusoria y efímera, está condicionada a…, y más tarde o más temprano algo o alguien hará que se tambalee. No es una forma agradable de vivir, ¿no os parece?

Como muy bien dice Tolle es preferible tener una autoestima alta a vivir en una baja autoestima, pero esto tiene mucho de infantil, de superficial. Ha de llegar el momento en que vayamos más allá, en que nuestra mirada se haga más abierta y más profunda. Si la percepción positiva de nosotros mismos se asienta sobre profundas raíces, sobre lo que es real, sobre aquello en nosotros que permanece inmutable a través de los tiempos, las modas, o los cambios de opinión y de gustos; entonces surgirá la verdadera autoestima porque nos amaremos a nosotros mismos en profundidad, y porque nuestro amor abarcará naturalmente “al otro”. 

2 comentarios: